Todos los seres vivos del planeta tienen que alimentarse, y las plantas, los árboles, las algas y las bacterias también son seres vivos.
Sin embargo, la forma en la que las plantas y algunas bacterias marinas se alimentan es algo distinta a la del resto de los animales: mientras mamíferos, peces, aves y demás seres vivos consiguen su alimento del entorno que le rodea y realizar directamente su digestión, las plantas producen su propio alimento a partir de la fotosíntesis el cual luego digieren.
Esto no significa que, especialmente las plantas, algas, etc, no necesiten nutrientes externos. De hecho, sus raíces absorben agua, minerales y otros nutrientes de la tierra para precisamente realizar la fotosíntesis de forma correcta.
Lo que sí es importante recordar es que el alimento que permite a la planta crecer se produce mediante la fotosíntesis.
Para que se produzca la fotosíntesis, la plantas necesitan de:
- Dióxido de Carbono (CO2) de la atmósfera. Este gas lo producimos los animales al respirar: inspiramos oxígeno y expiramos Dióxido de Carbono. También lo producen los vehículos y otro tipo de transportes, las calefacciones o el plástico cuando se disuelve con los años.
- Energía de la luz solar.
- Agua y nutrientes que consiguen a través de sus raíces.
Con estos elementos, las plantas ya pueden realizar la fotosíntesis.
La fotosíntesis, se lleva a cabo en hojas y tallos, en unas estructuras dentro de las células llamadas cloroplastos. Dentro de los cloroplastos se encuentra un pigmento de color verde llamado clorofila. La clorofila, además de ser la responsable del color verde de las plantas, tiene la capacidad de absorber la energía de la luz y utilizarla para poner en marcha la fotosíntesis.
El proceso completo de alimentación de las plantas sigue a grandes rasgos los siguientes pasos:
- Las raíces absorben el agua y los minerales de la tierra.
- El agua y los minerales absorbidos por las raíces circulan a través del tallo hacia las hojas.
- Las hojas se orientan hacia la luz para poder captarla. La clorofila presente en las hojas absorbe la luz, que junto con el dióxido de carbono que la planta toma del aire, en el proceso de fotosíntesis transforma la savia bruta en savia elaborada, que es el alimento de la planta. En este proceso la planta produce oxígeno, que es expulsado por las hojas.
- Las plantas respiran igual que los animales, es decir toman oxígeno y expulsan dióxido de carbono, lo que se conoce como respiración. De día predomina el proceso de fotosíntesis, y durante la noche, la respiración.
En el siguiente vídeo puedes ver el proceso de la fotosíntesis:
Aquí puedes jugar y practicar acerca de la fotosíntesis de las plantas.
Espero que hayas disfrutado de esta actividad.